Cuando en Fabrilis CA decimos que cada vitrina y cada cava para puros está pensada al detalle, no es una frase bonita de catálogo. Es literal. Desde el primer tornillo hasta el último acabado, todo está escogido con un propósito. Y si hablamos del corazón de nuestros muebles —la madera— no nos la jugamos. Por eso trabajamos exclusivamente con Cedro Bossé.
Ahora bien, ¿por qué no usamos otro tipo de madera más común, más barata o más fácil de conseguir? Porque cuando hablamos de preservar puros, lo común no sirve. Y el Cedro Bossé, señores, no es común. Es extraordinario.
1. Un guardián natural de la humedad
Los puros son seres sensibles. Viven y respiran. Necesitan un entorno que les mantenga en su punto justo, ni secos como un chiste malo, ni húmedos como una noche de agosto en La Habana.
Ahí entra el Cedro Bossé, que tiene una capacidad higroscópica excelente. Es decir, regula la humedad como si tuviera un doctorado en climatización. Absorbe el exceso, libera cuando falta. Una especie de sommelier de la humedad, pero sin el delantal.
2. Antiinsectos, sin insecticidas
La plaga más temida por los amantes del tabaco no es ni el precio del Cohiba ni la censura en redes sociales: es el maldito escarabajo del tabaco. Un bicho minúsculo, pero letal.
¿La buena noticia? El Cedro Bossé tiene un aroma naturalmente repelente para insectos, que no solo los aleja, sino que lo hace sin necesidad de químicos ni soluciones agresivas. Más natural, imposible.
3. Aromático… pero no intrusivo
Otra de las maravillas del Cedro Bossé es que tiene un aroma sutil, cálido, levemente especiado, que no invade ni distorsiona el bouquet de los puros.
Acompaña, sin eclipsar. Como ese amigo que sabe de vinos, pero no interrumpe al sommelier.
4. Estéticamente superior
Porque seamos sinceros: además de funcionalidad, queremos belleza. Y esta madera tiene vetas elegantes, un color tostado que oscila entre el ámbar y el caoba, y una textura que da gusto acariciar (sabemos que tú también has pasado la mano por una vitrina Fabrilis CA como quien acaricia un coche clásico. No estás solo).
En resumen: no es solo una elección estética, es una declaración de principios
Elegir Cedro Bossé es apostar por la excelencia, la durabilidad y el respeto por el puro. Es no conformarse con lo «suficiente», sino buscar lo óptimo. En Fabrilisca no hacemos muebles. Creamos santuarios para puros.
Así que la próxima vez que abras una de nuestras vitrinas y respires ese aroma cálido y seco, recuerda: no estás ante una simple madera. Estás ante un aliado invisible, un guardián silencioso que hace su trabajo sin que tú lo notes. Y así es como deben trabajar los mejores.
¿Quieres saber más sobre cómo elegimos cada detalle de nuestros muebles para puros? Escríbenos o visítanos. En Fabrilis CA, el humo es solo el principio.


