En el mundo del tabaco premium, la presentación lo es todo. La cava de puros ya no puede ser un simple armario con humedad controlada. Hoy, es el corazón del estanco, el lugar donde se gana (o se pierde) la confianza del cliente exigente. Y esa confianza se traduce en ventas.
Caso real: un estanco en Platja d’Aro que aumento su facturación notablemente
Platja d’Aro, uno de los destinos turísticos más dinámicos de la Costa Brava, cuenta con varios estancos. Pero uno de ellos decidió marcar la diferencia.
Este estanco partía de una facturación anual de centrada en venta puntual de puros sueltos y algo de accesorios. En 2024, tras remodelar por completo su cava de puros, cerró el año con un incremento en la facturación muy notable siguiendo esa evolución mes a mes.
¿La clave? Transformar una cava básica en un espacio de experiencia, lujo y asesoramiento.
¿Qué cambió exactamente?
Antes de la remodelación:
- Una cava antigua, sin diseño.
- Mala iluminación.
- Producto desordenado, difícil de explorar.
- Sin información de apoyo para el cliente.
- El puro como producto secundario.
Después de la remodelación:
- Cava climatizada con madera de cedro, acristalada y con iluminación led cálida.
- Distribución por zonas: puros nacionales, habanos, series limitadas.
- Etiquetado profesional con notas de cata y recomendaciones de maridaje.
- Zona de asesoramiento con vitrina de accesorios premium.
- Sensación de exclusividad desde la entrada.
Beneficios visibles desde el primer mes
- Aumento del ticket medio: Los clientes pasaron de comprar un par de puros sueltos a llevar cajas, cortapuros y regalos completos.
- Más visitas de clientes locales e internacionales: La cava se convirtió en punto de referencia de atracción incluso para hoteles, restaurantes etc….
- Confianza y fidelización: Un cliente satisfecho no solo compra más, también recomienda.
- Rentabilidad del espacio: La cava dejó de ser un almacén y se convirtió en una unidad generadora de ingresos.
¿Y tú? ¿Aprovechas todo el potencial de tu cava?
El puro es un producto de ritual, de pausa, de elegancia. Quien lo compra busca mucho más que tabaco: busca experiencia, seguridad y consejo. Si tu cava no transmite eso, estás dejando dinero encima de la mesa.
Una remodelación profesional, adaptada a tu espacio, clientela y producto, puede multiplicar tus ingresos en menos de un año. No es un gasto. Es una inversión .
